Para el mundo es Kaká, el futbolista, el triunfador, uno de los mejores jugadores del mundo, aunque al interior de su hogar no tiene tantas distinciones como en la cancha. Entonces, cada que Ricardo Izecson dos Santos Leite vuelve a Sao Paulo abandona su rol de crack para transformarse en un miembro más de su familia.
Nació en Brasilia el 22 de abril de 1982, en el firme entorno de una familia acomodada, por lo que no tuvo que pasar hambre ni fue carente de educación. Aunque sus datos oficiales dan como su lugar de nacimiento Brasilia, existen otras versiones que indican que el mediocampista nació en la ciudad española Badajoz, cuando su familia pasaba unas vacaciones allí.
Su padre fue ingeniero y su madre maestra. Siempre estuvo acostumbrado a tomar clases en los mejores colegios y, también, a cuidar a su pequeño hermano Rodrigo, quien al no poder pronunciar correctamente el nombre de Ricardo, sólo lo llamaba Caca … el sobrenombre lo distinguió entre familiares y amigos, y después, con la ayuda del futbol, se tornó popular. Al poco tiempo, la localidad entera lo llamaba así.
En su infancia, el balompié significaba una distracción, una forma de pasarla bien con sus amigos. No pensaba en tomarlo con formalidad a pesar de admirar a Ronaldo y tratar de imitarlo haciendo goles con potencia y rapidez… pero algo cambió.
Cuando tenía siete años se mudó a Sao Paulo y su vida giró drásticamente. Demostraba una avidez para el juego poco característica para su edad, por lo que un profesor de educación física de su colegio le recomendó inscribirse en una escuela formativa. Fue así como llegó al Sao Paulo. Con el paso del tiempo estaba sediento de logros y a los 15 años decidió que quería ser futbolista profesional, a la par de continuar con sus estudios , área en la cual desde pequeño mostró inteligencia y talento. Podría estudiar Administración de Empresas al retirarse. En su juventud tuvo que decidir entre la universidad y el futbol, pues no podía conciliar ambas cosas.
En 1999, Arsene Wenger, entrenador del Arsenal, viajó a Brasil para ver algunos partidos del equipo Sub 17 del Sao Paulo en el que habían varias promesas. Cuenta que, a pesar de su desempeño, un frágil mediocampista llamado Ricardo Izecson dos Santos Leite pasó totalmente desapercibido. Wenger debe darse de topes cada vez que recuerda cómo se les fue de las manos la oportunidad de firmar con Kaká. Ésta es la razón por la cual en el 2007 Arsene Wenger se mantenía callado en cuanto a las votaciones por el mejor jugador del mundo.
En octubre del 2000 se golpeó la cabeza en la orilla de una alberca al caer mal de un trampolín, fracturándose la sexta vértebra del cuello, lesión que amenazaba con terminar su carrera antes de que iniciara. “Los doctores me dijeron que fui muy afortunado, pude haber quedado parapléjico. Creo que Dios me salvó de algo peor”, dice Kaká. Ricardo no tiene duda que el incidente en la alberca jugó un papel primordial en su ascenso. “Me ayudó a formarme, principalmente como persona, pero como jugador también. Aprendí que uno debe ser determinante y dar lo mejor cada día porque tal vez al siguiente no tengas la oportunidad de hacerlo. Fue muy repentino, el viernes estaba entrenando, el sábado tuve el accidente y el lunes estaba fuera. No podía hacer nada. Tenía que esperar a que los huesos de mi cuello sanaran. Así que me dije: cuando regrese, voy a dar lo mejor de mi porque lo que más amo no lo puedo hacer ahora”.
A partir de ese instante, la religión y el futbol se fusionaron para definir su personalidad. Regresó a la actividad con mayor alegría y disciplina. Es difícil de creer cuando ves sus condiciones futbolísticas que nació con una deficiencia en los huesos que complicó su crecimiento.
“Mis huesos iban dos años atrás en desarrollo, cuando tenía 12, físicamente parecía de 10 y así fue hasta que cumplí 15 o 16 cuando las cosas se normalizaron. Sao Paulo trabajó conmigo para construirme. Fue difícil, pero aprendí a luchar por lo que quería”. Aún con la reputación de ser uno de los jugadores más finos del mundo, pocos saben que padecía de miopía y astigmatismo en ambos ojos y utilizaba lentes de contacto durante los partidos para tener una visión adecuada en la cancha, aunque los resultados no eran los esperados para él. En junio de 2007 se sometió a una exitosa cirugía para corregir dichos problemas, en una clínica especializada en Italia, y se sorprendió al abrir los ojos pues logró recuperar la vista.
A los 19 años ya era titular en el primer equipo del Sao Paulo. De inmediato un agente se acercó para promocionarlo. Fue él quien le aconsejó que en lugar de Caca modificara su sobrenombre por Kaká, ya que de esa forma resultaría mucho más atractivo en el medio; Ricardo aceptó y a partir de entonces su nombre se subyugó tan sólo a su círculo más cercano… Para el mundo nacía una estrella. Cuando recibió su primer sueldo como jugador del Sao Paulo, no lo gastó en un coche de lujo como suelen hacerlo muchos futbolistas, sino que financió la entrada de su hermano a la mejor universidad de la ciudad paulista.
Kaká dejó atrás los recuerdos, las tardes de charla en casa, la comida brasileña y a sus entrañables amigos para emprender el vuelo hacia Milán. Se trataba de conquistar Italia,de maravillar con su futbol pulcro y elegante a Europa, de lograr los más altos laureles a nivel internacional y de ir en busca de un sueño que cada día se tornaba más real. Se pagó 8.5 millones de dólares por su pase. A causa de su apodo, la Juventus de Turín le cerró las puertas cuando había estado observándolo. Luciano Moggi, su director general, declaró: “con un nombre así nunca jamás podría firmar con la Juve”.
La temporada 2006-07 ha sido la mejor de su carrera: lo ganó todo. Consiguió la consagración individual a nivel mundial y se erigió como una de las grandes figuras del AC Milan. Esa campaña, el cuadro lombardo logró su séptima Orejona con actuación sublime de Kaká.
Además, en la Supercopa de la UEFA vencieron a Sevilla 3-1. Después de eso los rossoneri se adjudicaron el título del Mundial de Clubes de 2007. Apenas se tituló como campeón del mundo en Japón, Kaká viajó a Suiza para recibir el FIFA World Player. “Era el único título que me faltaba y el más difícil de ganar. Ha sido un año fantástico y perfecto, al que sólo le faltó el Scudetto”, resumió el genio de Sao Paulo.
A partir de ese momento, los rumores en torno a una posible llegada al Real Madrid se sucedieron en cada uno de los descansos. El equipo merengue ofreció 60 millones de euros, luego 70, sin embargo la operación nunca llegó a concretarse.
Kaká es miembro de la Iglesia Evangélica en la organización le da el 10% de su salario. En 2008, donó su trofeo de Mejor Jugador del Mundo a dicha congregación para que fuera exhibida a todo el público que acudía a orar.
Ha renunciado a grandes patrocinios de marcas cerveceras o tabacaleras, ya que afirma que eso no va con su ideología. Aunque también es cierto que su sobriedad ha atraído a otro tipo de firmas, como Giorgio Armani. “Kaká encarna mi ideal de campeón, no sólo por las cualidades físicas y deportivas, también por las morales”, expresó el modista italiano, quien diseñó el traje del futbolista para su boda.
A principios de 2009 llegó una oferta que cimbró al medio futbolístico internacional: el Manchester City estaba dispuesto a pagar 120 millones de euros por el amazónico, lo que desencadenó presión para el jugador en torno a si prefería el amor a la camiseta o los euros que le ofrecía los dueños árabes.
Pero el cuadro merengue no se rindió y siguió insistiendo hasta que, el 08 de junio de 2009 se anunció que oficialmente Kaká pasaba a ser jugador del Real Madrid. Esta noticia se dio durante la participació de Brasil en la Copa Confederaciones. Se dice que el trato se hizo por teléfono con Bosco, padre y representante, y Florentino Pérez, ya que Kaká estaba concentrado con su selección. La noticia cimbró tanto al futbol español como al italiano, ya que los rossoneri se quedaban si su más grande estrella y los madridistas recibían a un gran jugador entre sus líneas. Una de las justificaciones del jugador brasiñelo fue que el AC Milan tenía muchas deudas por no haber logrado entrar en la pasada edición de la UEFA Champions League y eso les causó pérdidas de hasta 60 millones de euros. Con su fichaje su antiguo equipo iba a salir de problemas.
“Al principio no fue fácil. Pero yo siempre he intentado entender los motivos de mi marcha. Hemos encontrado la solución mejor para todos. No guardo rencor al Milan. Estoy bien aquí (en Madrid). Es un sitio muy bonito, un gran club. Pero al principio fue extraño”, comenta Kaká en una entrevista que publica el diario deportivo italiano ‘La Gazzetta dello Sport’.
El traspaso de Kaká costó 64 millones de euros, y fue el primer fichaje prometido de Florentino Pérez.
Su presentación oficial con sunuevo club se realizó el 30 de junio del año pasado en el Santiago Bernabéu frente a 50,000 hinchas que se dieron cita para darle la bienvenida al nuevo jugador que defendería los colores merengues.
Kaká comenta que nunca en su vida ha besado la camiseta de un equipo, salvo la de la ‘canarinha’, para no crear polémica y que si el Real Madrid tuviera que tirar un penalti contra el Milan, se lo cedería a su compañero Cristiano Ronaldo, pues para él no sería un plato de buen gusto.
Referencia:
Futbol Total "Los 4 fantásticos".
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